Los rectores de los 22 centros que forman la Liga Europea de Universidades de Investigación han dirigido un manifiesto al Consejo Europeo en el que se pone de manifiesto la necesidad de una política que invierta en innovación e investigación.
Los rectores de la Liga Europea de Universidades de Investigación lo tienen claro: para poder innovar, hace falta inversión pública. Así lo han hecho saber en un manifiesto que han dirigido al Consejo Europeo, que se reunirá el próximo 4 de febrero en Bruselas para establecer las bases de las políticas en materia de innovación e investigación que seguirán los 27 países miembros de la Unión.
En este texto, los rectores ponen de manifiesto la necesidad de destinar inversión pública a la innovación y a la investigación, algo que, de momento, no se está haciendo, ya que este sector ha sufrido fuertes recortes presupuestarios a raíz de la tan mencionada “crisis”. Es cierto que la innovación y la investigación no ofrecen resultados a corto plazo con los que apuntarse méritos en las próximas elecciones, pero como bien apuntan los rectores, “la investigación de frontera exige paciencia, persistencia e inversiones”, es decir: tiempo y dinero. Este permitió a Europa situarse en los primeros puestos mundiales de la ciencia y la tecnología, situación que se podría ver afectada ahora si siguen los recortes.
Como bien dicen los rectores, la ciencia es lenta. Por eso, la visión a corto plazo o los cálculos empresariales de beneficios inmediatos son contraproducentes.
Europa no se puede dar el lujo de bajarse del tren de investigación científica, ya que países como China, Estados Unidos o la India tienen muy claro que el futuro de la competitividad pasa por la innovación. Esperemos que Europa también lo tenga claro y tome en cuenta la reflexión de los rectores de sus universidades, que imagino que sobre este tema, algo sabrán.
En este texto, los rectores ponen de manifiesto la necesidad de destinar inversión pública a la innovación y a la investigación, algo que, de momento, no se está haciendo, ya que este sector ha sufrido fuertes recortes presupuestarios a raíz de la tan mencionada “crisis”. Es cierto que la innovación y la investigación no ofrecen resultados a corto plazo con los que apuntarse méritos en las próximas elecciones, pero como bien apuntan los rectores, “la investigación de frontera exige paciencia, persistencia e inversiones”, es decir: tiempo y dinero. Este permitió a Europa situarse en los primeros puestos mundiales de la ciencia y la tecnología, situación que se podría ver afectada ahora si siguen los recortes.
Como bien dicen los rectores, la ciencia es lenta. Por eso, la visión a corto plazo o los cálculos empresariales de beneficios inmediatos son contraproducentes.
Europa no se puede dar el lujo de bajarse del tren de investigación científica, ya que países como China, Estados Unidos o la India tienen muy claro que el futuro de la competitividad pasa por la innovación. Esperemos que Europa también lo tenga claro y tome en cuenta la reflexión de los rectores de sus universidades, que imagino que sobre este tema, algo sabrán.
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